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Por si las vocen vuelven


 Recuerdo a Angel Martín como presentador del programa de televisión "Sé lo que hicisteis" y lo cierto es que ya entonces me despertaba simpatía y me gustaba su trabajo. Aunque reconozco que, después de eso, le perdí la pista hasta que durante la pandemia empezó con un informativo de lo más casero (y resumido) en Twitter.

Fue en ese informativo donde escuché hablar de este libro por primera vez, poco antes del día de la salud mental. Él mismo leyó un pequeño fragmento de su libro en su cuenta de Twitter, en un pequeño vídeo. Y lo cierto es que consiguió llamarme la atención.

Unas semanas después (o lo que a mí me parecieron semanas, porque mi percepción del tiempo es algo extraña) nos llegó a la librería Por si las voces vuelven. Se agotaron los ejemplares en una semana, así que empecé a pensar que quizá tenía que leerlo. Sin embargo, llegan al mercado tantos libros de personajes conocidos que he de reconocer que no terminaba de estar convencida. Hasta que supe que existía la opción del audiolibro y que además lo narraba el propio Ángel Martín. Escucharlo me pareció mucho más apropiado, quizá por estar acostumbrada a verlo en televisión (en la foto está el libro porque el móvil es complicado de fotografiar y el libro en papel queda mucho más bonito).

Creo que fue la opción acertada puesto que me ha durado literalmente dos días. He de decir que el primer día quedé muy impresionada al ver todo lo que puede hacer nuestro cerebro en nuestra contra. Es fascinante escuchar a Ángel todo lo que su cerebro consiguió hacerle creer y saber incluso que, tras haberlo superado, ha investigado y descubierto que muchas de las tramas que desarrollan las personas con brotes psicóticos coinciden en temática. Aunque realmente imagino que esto nunca se supera completamente.

Desde aquí quiero darle las gracias a Ángel por compartir esta historia, ya que hacerlo tiene que haber sido complicado para él. Pero es una forma de que muchos entendamos, tanto los que lo han sufrido como los que no. Porque estoy de acuerdo con él en que tenemos que aprender a ser un poquito más empáticos. 



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